A. Vivaldi. Las cuatro estaciones. «La primavera»
A. Caldara. Concierto para violonchelo en re mayor
A. Vivaldi. Las cuatro estaciones. «El verano»
Vivaldi. Dorilla in Tempe, obertura
A. Vivaldi. Sinfonía en do mayor para cuerdas
A. Vivaldi. Las cuatro estaciones. «El otoño»
A. Vivaldi. Concierto para violonchelo y cuerdas
A. Vivaldi. Las cuatro estaciones. «El invierno»
22 marzo Badajoz
23 marzo Cáceres
Abono de la Temporada 2017-2018
La conjugación de la calidad y el talento es lo que busca esta temporada de abono de la OEX.
Y seguro que la encontraremos en la experiencia de directores grandes ya en nuestro panorama, como el maestro Víctor Pablo Pérez, quien de nuevo se pondrá al frente del Coro de Cámara de Extremadura para abordar la misa “en tiempos de guerra”, de Haydn. O como Manuel Hernández Silva, titular y artístico de la Filarmónica de Málaga, que ya nos deleitó el año pasado con una soberbia Décima de Shostakóvich y ahora nos prepara su sinfonía nº 12. Ambos maestros repiten en el podio de la OEX, como también lo harán Roberto Forés, titular de la Orchestre d’Auvergne, Thomas Rösner y Jordi Francés director asistente en el Liceu de Barcelona y en el Teatro Real de Madrid. Mención especial para Andrés Salado, titular y artístico de nuestra Orquesta Joven de Extremadura, con un programa completo al frente de la OEX.
Debutarán con la OEX a lo largo de este abono directores como Lucas Macías, nombrado en 2016 director asistente de la Orquesta de París. O Ramón Ortega, el oboísta ganador en dos ocasiones del Premio ECHO nos presentará uno de los programa de cámara.
En el ciclo de cámara debutará también Sergey Malov, en la faceta de director y solista. Este violista y violinista consagrado ha preparado una integral de Vivaldi con sus cuatro estaciones.
Obras y compositores
“Conflictos” programa treinta obras de veintitrés compositores diferentes, quince de ellas nunca interpretadas por la OEX. Comprenderán un periodo que abarca desde el s.XVIII a obras contemporáneas. Estrenaremos en primicia absoluta dos obras financiadas por la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas y la Fundación SGAE: Disparos de Luz, de José Ignacio de la Peña, encargo de la Orquesta de Extremadura, y Sinfonía nº 5, de David del Puerto, dedicada a Álvaro Albiach y a la Orquesta de Extremadura.
Obras de autores como Toru Takemitsu, José Manuel Cañizares, François Boieldieu o Frank Schreker ampliarán nuestro repertorio esta temporada, en la que tampoco faltarán grandes clásicos como Prokofiev, Chaikovski, Haydn, Beethoven, Dvorak, Falla, Shostakóvich, Berlioz, Schumann, Dvořák, Ravel, Hindemith, Mozart, Brahms, Vivaldi…
Solistas y artistas invitados
En el capítulo de solistas se insiste en la apuesta por combinar incipientes y consolidados valores, con lo nuestro. Uno de los programas será interpretado íntegramente por la Orquesta Joven de Extremadura, bajo la batuta del titular y artístico de la profesional, Álvaro Albiach. Es la primera vez que la orquesta de un proyecto formativo se programa en la temporada de abono, al máximo nivel. No dudamos de que lo darán.
Miembros de la propia OEX actuarán como solistas en un programa de cámara, dos agrupaciones, Il Rinascente ensemble, un cuarteto formado por María Balaguer, David Tejeda, David Barona y José Gasulla y el Iohannes trío con Fabián Romero, Xulio Varela y el pianista Ángel Sanzo.
Representantes de la nueva hornada de talentos son la violinista Roxana Wisniewska Zabek, una promesa que encarna la cuarta generación de violinistas por ambas ramas, materna y paterna. O la cantaora de flamenco Celia Romero, ganadora del máximo galardón del Festival de Cante de Las Minas, el concurso más importante del flamenco.
Y un lujo tener en nuestra programación a Till Fellner, el afamado pianista interpretará el concierto para piano de Schumann, debutará con la OEX en febrero. También actuarán por primera vez aquí Joaquín Riquelme, miembro titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín, y el guitarrista Juan Manuel Cañizares, quien interpretará una composición suya estrenada en 2016 y que será primicia en Extremadura, un concierto flamenco para guitarra a la memoria de Paco de Lucía.
Volveremos a disfrutar de solistas como Adolfo Gutiérrez Arenas, el violonchelista español de mayor proyección internacional en estos momentos. Luisa Domingo nos permitirá oir un nuevo concierto para arpa, esta vez, el de François Boieldieu; será en abril. La pianista Alba Ventura cerrará la temporada en junio con el tercero de piano de Prokófiev.
Y entre los cantantes, la soprano Ángeles Blancas, cantará las Cuatro últimas canciones de Richard Strauss, la obra que abre este abono “Conflictos”. Además, en noviembre Isabel Monar, Marina Rodríguez-Cusí, Víctor Sordo y Sebastià Peris se sumarán al Coro de Cámara de Extremadura que prepara Amaya Añúa. Será en la misa “en tiempos de guerra”, de Haydn, que dirigirá Víctor Pablo.
Conflictos es un tema abundantemente reflejado en todas las formas de arte, desde la pintura hasta la literatura, pasando por el cine y, por supuesto, la música. La temporada 2017-2018 de la Orquesta de Extremadura gira en torno a esta idea, unas veces con obras escritas en años difíciles, y otras veces con obras que reflejan ciertos conflictos históricos.
■ Por Guillem Calaforra
En el primer concierto, y en referencia a la Segunda Guerra Mundial, los Cuatro últimos lieder de Richard Strauss transmitirán algo del ánimo crepuscular de quien sabía que pertenecía a un mundo ya colapsado. Su contrapeso en el concierto, por la parte soviética, será la Quinta sinfonía de Prokofiev, con momentos verdaderamente demoníacos.
Para recordar la crisis de 1929 oiremos, en el segundo abono de la temporada, una obra de aquel año: el bellísimo Concierto para viola de William Walton, lleno de pasajes introspectivos. La Cuarta sinfonía de Chaikovski no es de 1929, desde luego, pero completará el programa de manera eficaz.
El tercer concierto de la temporada rememorará, con la Misa “in tempore belli” de Haydn, la guerra que hubo entre Austria y Francia tras la Revolución Francesa. El periodo que va entre 1789 y las Cortes de Cádiz se completará con la Séptima sinfonía de Beethoven, una obra que resuelve brillantemente los conflictos que plantea.
En el abono 4 las bombas atómicas, aunque no fueron fuente de inspiración para Takemitsu, son sugeridas por el intenso y apasionado Requiem del compositor. Para recuperarse del impacto emocional, el programa se completa con dos obras de Dvořák, el Concierto para violín y la popular Sinfonía del Nuevo Mundo.
En el concierto siguiente, la Revolución Rusa estará representada por la Sinfonía núm. 12 de Shostakóvich, una obra claramente programática. Antes, y como contraste, la suite de concierto de El amor brujo de Falla nos situará en unas coordenadas muy diferentes.
El año 1794 marca en Francia el final del Terror y la muerte de Robespierre. Este año estará representado en el abono 7 por la Sinfonía núm. 104 de Haydn, aunque no sea exactamente revolucionaria. La precederán la Cuarta de Antonio Cortés, de la misma época, y el concierto para piano de Schumann.
La crisis y el desgarro, como contextos de la creación musical, condicionarán el concierto núm. 8 a través de Al Andalus, una obra de José Manuel Cañizares dedicada a Paco de Lucía, y del Concierto para orquesta de Bartók, creado en su exilio americano en plena Segunda Guerra Mundial.
Durante el concierto núm. 9 se evocará la figura de Napoleón con la Heroica de Beethoven, inicialmente dedicada a aquel héroe revolucionario que se convertiría en tirano. La precederá la obertura Lodoïsca de Cherubini, una obra de cuando Bonaparte todavía era un joven de 22 años.
Con el programa siguiente pasaremos a músicas de orígenes diversos y de estéticas variadas, con el Ravel del Menuet antique, la fresca Sinfonía de cámara de Franz Schreker, el estreno de Disparos de luz de José Ignacio de la Peña (alusivo a la Guerra Civil) y el poema sinfónico Octubre, de Shostakóvich.
El abono núm. 11 nos ofrecerá paisajes sonoros más próximos en el tiempo; dos de las tres obras del programa, el Concierto breve de Zárate y la Sinfonía núm. 5 de David del Puerto, son encargos de la Orquesta de Extremadura, y esta última será además estreno absoluto. Completarán el programa las Metamorfosis sinfónicas de Hindemith.
La temporada se cerrará con un programa que evocará el fenómeno del exilio. No con el célebre Bolero de Ravel, desde luego, que abrirá la velada, pero sí con el tercer concierto para piano de Prokófiev, escrito en Bretaña y estrenado en Chicago, seguido por la Séptima sinfonía del mismo autor, compuesta un año antes de su muerte.
SE TRATA, POR TANTO, DE UNA TEMPORADA QUE NOS RECORDARÁ LOS VÍNCULOS ENTRE LA MÚSICA Y LA HISTORIA A TRAVÉS DE LA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA DEL CONFLICTO