Ricardo Prieto

Comienza sus estudios de música en el Conservatorio de Música de Zamora en la especialidad de violonchelo con Marius Díaz Lleal. En 2004 ingresa en el Conservatorio Profesional de Salamanca, teniendo como profesora a Laura Oliver. Un año después ingresa en el Conservatorio Superior de Salamanca, donde continúa su carrera con Marius Díaz Lleal y finaliza sus estudios con matrícula de honor y premio extraordinario fin de carrera.

Continúa su formación en la “Hogeschool Voor de Kunsten Utrecht” (Holanda) con la profesora Timora Rosler donde cursa un máster por la especialidad de violonchelo solista que finaliza en el año 2011 con las máximas calificaciones.

Durante su formación ha recibido cursos de perfeccionacionamiento y masterclass de la mano de profesores como Steven Isserlis, Dmitry Ferschtman, Marçal Cervera, Gavriel Lipkind, Tatiana Vasilieva, Iagoba Fanlo, Paul Friedhoff, Marc Coppey y Mihal Dmochowsky.

Ha asistido a cursos de música de cámara y orquesta y recibido clases de profesores como Boris Berman, Gérard Caussé, Alberto Rosado, Andrey Frolov, Patricio Gutierrez, Sophia Hase, Kees Hulsman, Martijn van den Hoek o Elisabeth Perry. También ha recibido clases magistrales dentro de la especialidad de cuarteto de cuerda de la mano de Michael Thomas, Sven Arne Tepl y Cuarteto Jerusalem.

Ha sido miembro del Quinteto Fugatto, ganador del 2º premio en el IX Concurso Internacional de Música de Cámara “Ciutat de Vinaròs”. En el año 2010, ya a título individual, logra el tercer premio y premio especial a la mejor interpretación española en la V Edición del Concurso nacional de Violonchelo “Florián de Ocampo”.

Ricardo ha formado parte de la ‘Camerata Caja Duero’ dirigida por Gèrard Caussé y músico invitado a su festival “Florilegio”.

Además, ha colaborado con varias orquestas como son la Orquesta de Cadaqués, Orquesta Sinfónica de Galicia, Orquesta de Castilla y León y Orquesta Nacional de España, donde ha sido dirigido por directores de la talla de Lorin Maazel, Jesús López Cobos, Christoph Eschenbach, Semión Bychkov, Vasili Petrenko, Juanjo Mena, Eiji Oue y Lionel Bringuier entre otros.

Desde el año 2013 forma parte de la plantilla de la Orquesta de Extremadura, en la que ha ejercido de solista de violonchelo durante más de tres años.

Ricardo toca un violonchelo alemán construido en Wurzburgo en el año 1763 por Mathias Wenceslaus Staudinger.

Thomas Clamor

Como director, profesor y embajador musical cruza todas las fronteras, Thomas Clamor, sabe transmitir su dedicación y entusiasmo a sus músicos y su audiencia. Además de ser el principal director de la Sächsische Bläserphilharmonie (Orquesta Filarmónica de Sajonia), es un director invitado internacionalmente por varias orquestas sinfónicas y conjuntos de música de cámara de todo el mundo. Un gran número de grabaciones de audio, video y radio documentan el rasgo estilístico de su obra artística.

Thomas Clamor fundó la European Brass Ensemble, con sede en Austriam en la Abadía de Melk (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), así como también fundó el Venezuelan Brass Ensemble, que lo situó en los mejores escenarios del mundo. Ha dirigido, entre otros, el Festival de Salzburg, el London Proms, el Carnegie Hall y la Filarmónica de Berlín, y es un invitado bien recibido por muchas orquestas en China, Corea, América del Sur y Europa.

En su labor pedagógica, Thomas Clamor asume continuamente nuevos retos. Desde 2011 ha sido director de la German Wind Academy. Fue profesor invitado en Weimar y Detmold y es profesor Honoris Causa en el Conservatorio de Música de Shanghái. En la Escuela de Música Hanns Eisler de Berlín sentó las bases para crear el departamento de Comunicaciones Musicales e inició proyectos de apoyo social para zonas con dificultades de Berlín con varios de sus alumnos. Los problemas sociales también son el motor de “El Sistema” en Venezuela, uno de los proyectos sociales más importantes a nivel mundial, que parte de la idea del poder de la música para poder cambiar la sociedad. Durante 15 años, el trabajo de Thomas Clamor allí se ha mantenido en alta estima, ya que ofrece a los niños y adolescentes una visión y oportunidad para el futuro.

Durante muchos años la Filarmónica de Berlín fue la casa musical de Thomas Clamor. En 1986 Herbert von Karajan contrató al trompetista como el miembro más joven de la orquesta. Siguió siendo miembro de la Filarmónica durante más de 20 años. Durante este tiempo se familiarizó con los escenarios más importantes del mundo y día a día trabajó con los solistas y directores relevantes del momento.

A día de hoy Thomas Clamor trabaja y conduce con el más alto nivel de intercambio artístico. En 2015 fue galardonado con una Orden del Mérito alemana. Con su excelencia artística, es un modelo ejemplar de alguien que no sólo hace contribuciones sociales impresionantes sino que también participa activamente en la educación nacional e internacional. Thomas Clamor nunca se presenta en el escenario como un músico, sino como una persona entera. A través de su arte y proyectos, muestra lo importante que es la música para cada individuo y lo que el arte puede lograr en la sociedad.