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Programa 04

Temporada de conciertos

2024-2025

Cisnes on fire

Badajoz 7 noviembre
Plasencia 8 noviembre

Orquesta de Extremadura
Heidi Hatch
Maximiano Valdés

Programa

19:00 - charla preconcierto
20:00 - concierto

1.

Piotr Ilich Chaikovski. Concierto para violín en re mayor, op.35 (1878)

Allegro moderato
Canzonetta: Andante
Finale: Allegro vivacissimo

Heidi Hatch, violín

2.

Jean Sibelius. Sinfonía n.º 5 en mi bemol mayor, op.82 (1915-1919)

Tempo molto moderato - Allegro moderato - Presto
Andante mosso, quasi allegretto
Allegro molto - Misterioso

Maximiano Valdés, director

En 1878, a orillas de un lago en Suiza, Chaikovski toca un arreglo de la Sinfonía Española de Lalo junto a Iosif Kotek, su alumno y, probablemente, su amante. Allí encuentra el impulso creativo para levantar el que tal vez sea el gran concierto para violín de todos los tiempos. En plena Primera Guerra Mundial, Sibelius dibuja su tema más recordado tras contemplar el vuelo de los cisnes. La inspiración como “un fuego insondable”, cuyo origen nadie puede prever.

Notas al programa

“La sinfonía es como la vida porque lo abarca todo”. Es lo que decíamos al comienzo de esta temporada de abono. El arte y la vida comparten su extensión vasta, pero también la condición misteriosa de sus respectivos génesis. Tanto es así que numerosas culturas han explicado el origen de ambos a través de elaborados mitos. En la Biblia y en la mitología griega son criaturas divinas las que insuflan tanto el “aliento de vida” como el hálito de la creación artística en unos humanos que los reciben, literalmente, en una inspiración. La inspiración, la que se vincula con las artes, sigue siendo una noción enigmática tantos siglos después. ¿Cuándo llega? ¿Por qué aparece de repente? ¿Por qué a veces parece escabullirse como un animal esquivo? Son preguntas para las que se han dado respuestas dispares y ninguna concluyente.

Allá por 1878 la inspiración parecía no acudir a la cita con P. I. Chaikovski durante su estancia en Clarens. Este enclave fue una de las paradas tras su precipitada huida de Moscú. Allí había abandonado su trabajo y su vida entera, incluida a una desconcertada Antonina Miliukova, con la que se había casado, muy probablemente, para acallar los rumores sobre su orientación sexual. Unas pocas semanas de un matrimonio condenado desde el principio llevaron a Chaikovski al borde del colapso físico y mental. Menos de un año después de su boda se encontraba en el citado exilio suizo a orillas del lago Lemán, gracias al apoyo de algunos familiares y amigos. Allí pasó un tiempo también el joven violinista Iosif Kotek, de quien había estado prendado. Kotek se llevó un buen número de partituras para tocar junto al compositor ruso. Entre ellas, la Sinfonía Española de Édouard Lalo. Chaikovski quedó fascinado por la frescura de la obra de un autor que, según escribió, no busca la profundidad, pero evita cuidadosamente la rutina, busca nuevas formas y piensa más en la belleza musical que en observar las tradiciones establecidas, como hacen los alemanes. A los pocos días, escribió a Nadezhda von Meck, su mecenas y confidente en la distancia. En la misiva le narraba cómo, tras una temporada de trabajo esforzado, pero sin entusiasmo, finalmente se había sentido invadido por ese “fuego insondable de la inspiración”, “un fuego que nadie sabe de dónde procede”, pero gracias al cual podía saber de antemano que lo escrito “impactaría en el corazón de cada oyente”. Estaba fraguándose uno de los conciertos para violín más imponente de todos los tiempos.

Pocas obras existen donde un autor despliegue un talento melódico tan excepcional. El primer movimiento, Allegro moderato, gira en torno a dos temas: el primero, de tiernísima candidez, acaba mutando en un luminoso pasaje cargado de orgullo y esperanza heroica; el segundo alberga un carácter suplicante y amoroso. Alrededor de estas bellas melodías ocurren apasionados despliegues de virtuosismo que suponen uno de los mayores desafíos para cualquier violinista. Chaikovski cambió por completo el segundo movimiento, del que ni él ni Kotek estaban muy satisfechos. En su versión definitiva, la Canzonetta supone un calmado interludio entrañable antes de la abrupta irrupción del tercer movimiento, vertiginoso, poderoso y cargado de elementos de danzas rusas.

Chaikovski opinaba que un artista verdadero no puede caer en la desgana con la excusa de que no está inspirado. “Si llega la inspiración, que te pille trabajando”, como cuentan que dijo Picasso. Pero ni siquiera la visita torrencial de un hálito de inspiración consigue que el resultado agrade a todos. Edward Hanslick, el influyente crítico afincado en Viena destrozó la obra de Chaikovski. “Música que apesta al oído”, escribió. Menos mal que, en este caso, la historia ha acabado poniendo a cada uno en su sitio.

Sibelius se encontraba en 1914 en un momento de encrucijada creativa. Coqueteaba con la idea de un poema sinfónico y había recibido un encargo de escribir un ballet. Pero su naturaleza lo impulsaba hacia el formato de la sinfonía, que por aquellos entonces estaba ya pasado de moda. Él mismo escribió: “He tenido que sufrir mucho por haber perseverado en la composición de sinfonías en una época en la que prácticamente todos los compositores recurrían a otras formas de expresión. Mi obstinación era una monstruosidad para muchos críticos y directores de orquesta”. En esas esas disyuntivas se hallaba cuando estalló la Gran Guerra, lo que no sólo supuso un shock para Sibelius, sino que le dejó en una situación financiera precaria por la interrupción abrupta de los ingresos que recibía de los editores alemanes. Pasó un tiempo sumido en el abatimiento, abandonado por la inspiración. Sin embargo, en su casa a orillas del lago Tuusula (¡qué tendrán los lagos para azuzar el impulso creativo!) comenzó a aclararse el camino: “Otro profundo valle de miseria. Pero ya puedo vislumbrar la montaña a la que ascenderé (…) Dios está abriendo sus puertas por un momento, y su orquesta está tocando la quinta sinfonía.»

La música de Sibelius siempre apela a la naturaleza de su país, como si fuera parte de ella. Sus melodías aparecen como elementos del paisaje que se divisan en la lejanía, más insinuadas que perfectamente delineadas. Las sonoridades evolucionan a un ritmo geológico. De apariencia inmóviles, avanzan, sin embargo, firmes, constantes, como la marcha implacable de un iceberg, en la analogía de cierto gran trompista. Así transcurre el primer movimiento de la Sinfonía n.º 5, cuya estructura ha sido fuente de discusión entre los académicos. El musicólogo James Hepokoski la denominó forma rotacional, en la que los temas principales van apareciendo con progresivas modificaciones hasta alcanzar su contorno definitivo. Una calma alegre domina el segundo movimiento. En medio de la agitación de las cuerdas del tercero y último irrumpe como un soplo de aire el que tal vez el tema más conocido de la producción sinfónica de Sibelius. La naturaleza siempre es fuente de inspiración en la música del finlandés y ésta no es la excepción: “Justo antes de las once menos diez vi dieciséis cisnes. Una de las mayores experiencias de mi vida. Oh, Dios, qué belleza”. Su vuelo y sus sonidos, confesaría Sibelius, producían en él un impacto mayor que cualquier expresión del “arte, literatura o música”. Las trompas se encargan de poner en música ese vuelo magnífico.

Sibelius era y es en Finlandia más que un autor de renombre. Es un verdadero símbolo nacional. Tal es así que su Quinta Sinfonía se estrenó el 8 de diciembre de 1915, con motivo de su 50 cumpleaños. Aunque su forma definitiva, con los tres movimientos tal y como hoy se interpretan, no vería la luz, tras varias reformas, hasta noviembre de 1919. Su biógrafo Karl Ekman concluye que la sinfonía es una “obra monumental en la que el espíritu creativo del maestro se elevó como un águila al sol sobre un mundo torturado y destrozado”, “un testimonio edificante de una fe indomable en el poder siempre renovador de la vida”. En medio del caos Sibelius encontró la llamada de la inspiración en el vuelo de unas aves. Chaikovski, a orillas de un lago, sintió cómo le invadía esa misma inspiración en la forma de un “fuego insondable”. Tan ardiente y misterioso como el que Prometeo rescató de la morada de los dioses para nosotros, simples mortales, que hoy podemos deleitarnos con sus excelsos resultados. Que lo disfruten.

© Santiago Pavón

Violinista de la Orquesta de Extremadura y Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Es divulgador y presenta las charlas previas a los conciertos de la temporada de la Orquesta de Extremadura.

Interpretaciones anteriores

La Orquesta de Extremadura interpretó por primera vez el Concierto para violín de Chaikovski el 23 de marzo de 2007 en el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas, de Murcia, dirigida por Jesús Amigo y con Alexandre da Costa como solista. Por última, el 28 de junio de 2013 en el Gran Teatro de Cáceres, con Álvaro Albiach y Amaury Coeytaux.

En cuanto a la Sinfonía n.º 5 de Sibelius, se interpretó por primera vez el 23 de noviembre de 2007 en el Gran Teatro de Cáceres, dirigida por Jorma Panula. La interpretación más reciente fue el 14 de mayo de 2021 en el Palacio de Congresos de Cáceres, con Roberto Forés.

Heidi Hatch

Actualmente concertino de la Orquesta de Extremadura, la violinista española-estadounidense Heidi Hatch destaca en el mundo de la música clásica actual por su “apasionado e individual estilo musical”. Estudió desde los 10 años con el gurú soviético Abram Shtern, y continuó con la tradición rusa estudiando en la catedra de Zakhar Bron en la Escuela Reina Sofia de Madrid. Después, volvió a su nativa Norteamérica para terminar sus estudios con Glenn Dicterow, concertino 32 años en la Filarmónica de Nueva York, y en la Universidad del Sur de California (USC), Conservatorio Real de Toronto (Glenn Gould School), y la Universidad de Chicago con Ilya Kaler.

Heidi hizo su debut profesional como solista a los 11 años con la Orquesta Sinfónica de Glendale (USA) interpretando La Fantasía Carmen de Sarasate y desde entonces ha venido apareciendo en escenarios mundiales, como El Auditorio Ambassador de Los Ángeles y el Harbin Grand Theater en China. También en numerosas ciudades españolas, incluyendo Madrid, Alicante, Valencia, Pamplona, etc.

Ha sido ganadora de numerosos premios como el International Grand Prize Hennings-Fischer, el Outstanding Award en la Competición Internacional Schoenfeld, además del premio y beca a la mejor concursante española en la Competición Internacional Pablo Sarasate.

Apasionada de la música de cámara, Heidi fue fundadora del Festival Internacional de Música Villanueva de los Infantes, y ha colaborado en conciertos de cámara con artistas como Fernando Argenta, el pianista reconocido de Milstein, Gerald Robbins, la violonchelista Allison Eldredge, y el pianista famoso de Hollywood, Bryan Pezzone, con quien está actualmente grabando un disco de música americana. En Los Ángeles, California, es muy solicitada para música de bandas sonoras de los estudios de Hollywood como Disney, Warner Bros, Fox o Sony apareciendo en películas como Mulán.

Aparte de la Orquesta de Extremadura, Heidi ha sido concertino de orquestas como la Hollywood Bowl Orchestra de Los Ángeles, la Sinfonía Santa Monica, y la prestigiosa YMF Debut Orchestra, y ha aparecido últimamente como concertino invitada en orquestas españolas como las de Valencia y Sevilla.

Está disfrutando muchísimo la calidad de vida, música, y trato humano en Extremadura con sus dos perros y gatito especial, Soleil.

Maximiano Valdés

El maestro chileno Maximiano Valdés ha dirigido principales orquestas y compañías de ópera alrededor del mundo. En el año 2010, fue nombrado Director Artístico del Festival Casals de Puerto Rico y desde el 2008 actúa como Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico. Fue además Director Titular de la Orquesta del Principado de Asturias durante 16 años, Director Titular de la Orquesta de Euskadi, Principal Director Invitado de la Orquesta y Coro Nacionales de España, Director titular de la Filarmónica de Búfalo y Director Principal de la Orquesta del Teatro Municipal de Santiago de Chile.

Un activo director invitado internacional, ha dirigido la Filarmónica de Dresde, la Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia, las Filarmónicas de Varsovia, Cracovia y Katowice, la Orquesta de la Ópera de Niza, la Filarmónica de Lisboa, la Sinfónica de Auckland, la Orquesta de Cámara de Israel, la Filarmónica de Malasia; la Orquesta de Sao Paulo, Orquesta de la Ópera de Sao Paulo y Filarmónica de Minas Gerais en Brasil. Caben destacar sus actuaciones en los Estados Unidos y Canadá que incluyen las orquestas sinfónicas de Filadelfia, Chicago, St. Louis, Vancouver, Orquesta del Centro de las Artes de Ottawa, y las sinfónicas de Toronto y de Montreal en Canadá. En América Latina, ha dirigido la Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colón, en el Teatro Municipal Sâo Paulo, Filarmónica de Minas Gerais, el Teatro Municipal de Santiago, la Filarmónica de Bogotá, la Sinfónica Nacional de México y la OFUNAM.

En octubre de 2011, Valdés dirigió la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias en un concierto para el Papa en el Vaticano. Viajó a La Habana en enero de 2016 para dirigir la Orquesta Nacional de Cuba.

Valdés, un experimentado director de ópera que ha dirigido producciones en muchos de los principales teatros de ópera del mundo con un repertorio que abarca de Mozart a Verdi, Puccini, Bizet, Massenet, Sain Säens, Wagner o Strauss. Hizo su exitoso debut en la Ópera de Paris, la Ópera de Niza, y a continuación llegaron invitaciones para dirigir las óperas de Lausana, Roma, Berlín, Londres, Barcelona, Oslo, Copenhague, Bonn, Asturias y Santiago de Chile, la Ópera de Seattle, la Ópera de Oviedo, la Ópera en el Escorial, con un repertorio que abarca desde Cosi fan tutte, a Fausto, Romeo y Julieta, Lakmé, Sansón y Dalila, Werther, La Condenación de Fausto de Massenet, Katya Kabanova, Otelo, Madame Butterfly, Rigoletto, Der Rosenkavalier, entre muchos otros títulos.

Desde su llegada a la Orquesta Sinfónica Puerto Rico se ha preocupado por ampliar y definir el repertorio de la orquesta así como de reafirmar el carácter regional y contemporáneo del Festival Interamericano así como de expandir el prestigio y la presencia del Festival Casals en la isla y en el extranjero.

Programa 04

Temporada de conciertos

2024-2025

Chaikovski. Concierto para violín
Sibelius. Sinfonía n.º 5

Cisnes on fire

Badajoz 7 noviembre
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