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Programa 05

Temporada de conciertos

2024-2025

Bach Power

Badajoz 28 noviembre
Cáceres 29 noviembre

Orquesta de Extremadura
Angela Hewitt

Programa

19:00 - charla preconcierto
20:00 - concierto

1.

Johann Sebastian Bach. Concierto para clave n.º 4 en la mayor, BWV 1055 (1738) *

Johann Sebastian Bach. Concierto para clavecín en mi mayor BWV 1053 (1738) *

2.

Johann Sebastian Bach. Concierto para clave n.º 5 en fa menor, BWV 1056 (1738) *

Johann Sebastian Bach. Concierto para clave n.º 3 en re mayor, BWV 1054 (1738) *

Johann Sebastian Bach. Concierto para clave n.º 1 en re menor, BWV 1052 (1738) *

Angela Hewitt, directora y piano

 

* Primera audición por la Orquesta de Extremadura

Monográfico de Bach de la mano de la cuerda de la OEX junto a Angela Hewitt, intérprete de primera línea en este repertorio. ¡Una versión rigurosa y vibrante de Bach con instrumentos modernos es posible y necesaria!. Únete al Bach Power.

Notas al programa

Los pintores y escultores tienen la suerte de que sus obras viajen directamente desde sus manos a los sentidos de quienes las admiran. Quienes escriben música, sin embargo, necesitan intermediarios. Y esta circunstancia deviene en necesariamente conflictiva. ¿Hasta dónde llega la libertad del intérprete para traducir las intenciones del autor? ¿Cómo debemos poner en escena obras que fueron escritas en contextos históricos y circunstancias concretas muy diferentes a las actuales? Las posibles respuestas a estas y otras muchas preguntas de este tipo han hecho correr ríos de tinta. En una posición extrema, Stravinski, cuyo criterio cambió a lo largo de su vida, llegó a afirmar que la música debía “ser transmitida y no interpretada, ya que la interpretación revela la personalidad del intérprete en lugar de la del autor, y ¿quién puede garantizar que el ejecutante reflejará la visión del autor sin distorsionarla?”. Otra cuestión es si esto es remotamente posible.

La historia de la interpretación ha discurrido por derroteros paralelos a estas disquisiciones. El gusto estético de cada época ha impregnado de forma inevitable la forma de interpretar música de periodos históricos anteriores. Cierto es que alcanzaron extremos un tanto delirantes. La mayoría de los violinistas no podemos evitar una sonrisa cuando escuchamos grabaciones antiguas de las Sonatas y Partitas de Bach en las que algunos de nuestros más insignes predecesores se afanaban en desplegar un rico arsenal de recursos técnicos y expresivos (vibrato intenso, golpes de arco virtuosos, largos y expresivos fraseos…), más propios de una estética posromántica. Luego, en un movimiento de péndulo del gusto interpretativo, empezaron a proliferar las investigaciones musicológicas y creció el interés de los instrumentistas por realizar versiones más ajustadas a las intenciones de los autores y al contexto en el que se escribieron las obras. El afán por la autenticidad y el rigor histórico alcanzó, como su contraparte, cotas sorprendentes: “el Beethoven más original que se haya grabado jamás”, proclamaba en 1982 el comentario a un disco de la Hanover Band.

Y es que el historicismo tiene sus límites y no sólo porque, como nos recordaba Hindemith allá por 1952, “nuestra forma de ser no es idéntica a la de nuestros antepasados, y por lo tanto su música, aunque la recreemos con absoluta perfección técnica, nunca tendrá para nosotros exactamente el mismo significado que tenía para ellos”. Y es que además está el tema de la tecnología. Por ir aterrizando en el programa que nos ocupa: los instrumentos para los que escribió Bach sus conciertos para clave tienen poco que ver con los actuales. Por supuesto siempre es posible situarse en una posición purista, en virtud de la cual la música de Bach sólo debería ser ejecutada con instrumentos originales. Pero tengamos en cuenta que tal postura, en primer lugar, no es generalizable (pues sólo estaría al alcance de agrupaciones especializadas en ese periodo y en salas de un tamaño reducido, como las de la época) y, en segundo lugar, tendríamos que concluir que el problema no es exclusivo de la música barroca: el piano actual tampoco tiene mucho que ver con los instrumentos a los que se sentaban Beethoven o Schumann. Hasta el punto de que Alfred Brendel llegó a admitir que para cualquier pianista actual “la ejecución del repertorio clásico y romántico es realmente una especie de transcripción”.

Y entonces surge la gran pregunta: ¿Es posible tocar la música de Bach en forma rigurosa e históricamente informada con instrumentos modernos? Es decir, ¿es posible emular elementos idiomáticos de esta música como la articulación, el tempo adecuado, los ataques o la ornamentación en un piano de concierto Yamaha CFX de último modelo? El próximo programa de abono de la Orquesta de Extremadura es el espacio ideal para comprobarlo, pues contamos con la presencia de una de las personas en el mundo con mayor autoridad en la materia: la pianista Angela Hewitt, que fue honrada en 2020, ni más ni menos y no por casualidad, con la Medalla Bach de la Ciudad de Leipzig.

Cinco de los conciertos para clave de Bach serán los protagonistas de la velada. Algunos estudiosos creen que estas obras fueron compuestas para ser interpretadas en los conciertos del Collegium Musicum, del que Bach fue director, que se realizaban en la Cafetería Zimmermann. Pero esto no está del todo claro. Los académicos también nos dicen que son en su mayoría arreglos de conciertos para otros instrumentos realizados por el autor en una época anterior, muchos de ellos perdidos. Sí se conserva el Concierto para violín en mi mayor, BWV 1042, precedente del Concierto para clave n.º 3 en re mayor, BWV 1054, que tuvo que ser transportado un tono hacia abajo para ajustarse a la tesitura del clave. Se conservan también otros vestigios del reciclaje bachiano: los distintos movimientos del Concierto n.º 1 en re menor, BWV 1052 aparecen repartidos en dos cantatas previas de Bach con el órgano como instrumento solista. Y es muy probable que estos pasajes fueran a su vez reciclados de un concierto para violín hoy perdido. Todas estas transcripciones nos muestran, por cierto, algo significativo: los remilgos de Bach con respecto a si sus obras debían interpretarse exactamente con los mismos instrumentos para los que fueron concebidas eran mucho menores que los de muchos puristas de épocas más cercanas.

Escuchar música en una sala de conciertos es, en definitiva, sumergirse en la poderosa luz de los grandes genios. Tal es el caso de Bach. Pero se trata, siempre, de una luz filtrada por el prisma de intérpretes vivos que tratan de resucitar la música de siglos atrás para personas del siglo XXI. Deseamos que en estos conciertos ustedes la reciban con toda su intensidad y color. Deseamos que vibren con el Bach Power.

© Santiago Pavón

Violinista de la Orquesta de Extremadura y Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Es divulgador y presenta las charlas previas a los conciertos de la temporada de la Orquesta de Extremadura.

Angela Hewitt

Angela Hewitt ocupa una posición única entre las pianistas más destacadas de la actualidad.

Con un amplio repertorio y frecuentes apariciones en recital y con las principales orquestas de Europa, América y Asia, es también una galardonada artista de grabación cuyas interpretaciones de Bach la han consolidado como una de las intérpretes más destacadas del compositor. En 2020 recibió la Medalla Bach de la Ciudad de Leipzig: un gran honor que por primera vez en sus 17 años de historia se concedió a una mujer.

Dirigiendo desde el piano, Hewitt ha dirigido las orquestas sinfónicas de Toronto y Vancouver, las filarmónicas de Hong Kong y Copenhague, la Lucerne Festival Strings, la Orquesta de Cámara de Stuttgart, la Britten Sinfonia, las orquestas de cámara de Suecia y Zúrich, la Salzburg Camerata, la Orchestra Sinfonica Nazionale della Rai, la Orpheus Chamber Orchestra de Nueva York, la Orchestra Ensemble Kanazawa de Japón y la Vienna Tonkünstler Orchestra del Musikverein de Viena.

En la temporada anterior actúa con orquestas en Italia, Finlandia, Polonia, Estonia y Suiza, incluyendo una gira por el Reino Unido con la Kammerorchester Basel, así como una gira por el noreste de Inglaterra con la Royal Northern Sinfonia.

En otros lugares, Hewitt sigue ofreciendo recitales y conciertos en Boston, Baltimore, Toronto, Ottawa, Roma, Zúrich, Copenhague, Cambridge y Stresa. También es artista residente en el Wigmore Hall de Londres, donde, en 2016, lanzó su Odisea Bach, interpretando las obras completas para teclado de Bach en una serie de 12 recitales por todo el mundo; el ciclo también se presentó en el 92Y de Nueva York, y en Ottawa, Tokio y Florencia, concluyendo en 2022.

El galardonado ciclo de Hewitt para Hyperion Records de todas las principales obras para teclado de Bach ha sido descrito como «una de las glorias discográficas de nuestra era» (The Sunday Times).

Su discografía también incluye álbumes de Couperin, Rameau, Scarlatti, Mozart, Beethoven, Chopin, Schumann, Liszt, Fauré, Debussy, Chabrier, Ravel, Messiaen y Granados. El primer CD de tres álbumes de Mozart, dedicado a las sonatas completas del compositor, se publicó en noviembre de 2022, y el segundo está previsto para octubre de 2023. En 2023, el catálogo completo de Hewitt estará disponible en las principales plataformas de streaming, tras la adquisición del sello independiente de música clásica por parte de Universal Music Group. Álbumes como su aclamada grabación Diapson d’Or de las Variaciones Goldberg se incluyeron en el primer lanzamiento en julio. Habitual en la lista Billboard de Estados Unidos, su álbum Love Songs alcanzó el primer puesto de la lista especializada en música clásica en el Reino Unido y permaneció allí durante meses tras su lanzamiento. En 2015 fue incluida en el Salón de la Fama de la revista Gramophone gracias a su popularidad entre los melómanos de todo el mundo.

Nacida en el seno de una familia de músicos, Hewitt comenzó sus estudios de piano a los tres años, actuando en público a los cuatro y un año después ganando su primera beca. Estudió con Jean-Paul Sévilla en la Universidad de Ottawa, y en 1985 ganó el Concurso Internacional de Piano Bach de Toronto, que lanzó su carrera.

En 2018 Angela recibió el Premio a la Trayectoria del Gobernador General, y en 2015 recibió el más alto honor de su país natal: convertirse en Compañera de la Orden de Canadá (que solo se concede a 165 canadienses vivos a la vez). En 2006, Su Majestad la Reina Isabel II le concedió la Orden del Imperio Británico.

Es miembro de la Real Sociedad de Canadá, tiene siete doctorados honoris causa y es profesora visitante del Peterhouse College de Cambridge. En 2020 Angela recibió la Medalla Wigmore en reconocimiento a sus servicios a la música y a su relación con la sala durante 35 años.

Angela vive en Londres, pero también tiene casas en Ottawa y Umbría, Italia, donde, hace dieciocho años, fundó el Festival de Música Trasimeno, un evento anual de una semana de duración que atrae a público de todo el mundo.

Programa 05

Temporada de conciertos

2024-2025

Bach. Conciertos para clave, BWV 1055, 1053, 1056, 1054, 1052

Bach Power

Badajoz 28 noviembre
Cáceres 29 noviembre