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La nueva creación sinfónica

Entrevistas

En apenas un mes la OEX estrena o representa obras que han visto la luz en el s.XXI. Hablamos con sus autores, José Ignacio de la Peña, David del Puerto y José Zárate, para reflexionar sobre la nueva creación sinfónica.

 

José Ignacio de la Peña

Este mes de abril hemos estrenado su obra «Disparos de Luz. En memoria de las víctimas de la represión franquista. Badajoz 1936-2018», ¿de dónde surge la idea de hacer alusión a este hecho histórico?

El poeta Antonio Gómez creó en 1999 el poema objeto Disparos de luz, perteneciente actualmente a la Colección del Museo Vostell-Malpartida.

Disparos de Luz, nace de la obra homónima de Antonio Gómez, la funda de un revólver repleta de lápices de colores, remite, por un lado, a un libro de artista con mismo título, publicado en 1997 y, por otro, rememora un poema visual de Joan Brossa. En el libro Disparos de luz (1997) inspirado en el “Guernica” de Picasso, aparece la siguiente reflexión:

La imposición y la violencia es siempre la razón del poderoso.
Cuando los valores regentes no evolucionan corren el riesgo de
convertirse en arcaicos. Justamente enfrente como DISPAROS DE LUZ,
la sensatez y la sabiduría del pueblo.

La relación de uno de los poemas, el de 1997 con el Guernica de Picasso me llevó a conocer en profundidad la obra y adoptar la forma de triángulo, disposición que utiliza Picasso al organizar las figuras en los tres paneles que la divide, siendo el más importante el central que tiene como base el guerrero muerto y como vértice la lámpara. De ahí que toda la obra se construye sobre el Triángulo de Pascal y su relación con la sucesión Fibonacci.

Hasta el momento, todo iba bien, el material recopilado y una selección de maravillosos poemas proporcionados por Antonio Gómez, de su autoría y con temática social, era más que suficiente para comenzar a escribir música e iniciar mi obra. Fue entonces cuando apareció el libro La Matanza de Badajoz, de Mário Neves, y la casuística de que el estreno se realizara en el espacio que fue la antigua plaza de toros, escenario real de un genocidio. Me impresionó su publicación, su testimonio en el documental a su regreso a Badajoz después de cuarenta y seis años a petición de la cadena británica Granada TV. Mário Neves tenía que estar presente en mi obra.

Seguidamente el trabajo del historiador Francisco Espinosa Maestre, especialmente en sus libros La columna de la muerte y El fenómeno revisionista o los fantasmas de la derecha española daban sentido y razón justificada a todo.

Finalmente, decidí compartir con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura el proyecto y con su inestimable ayuda Disparos de luz debía hacerse por y para la memoria de las víctimas de la represión franquista, dar luz en la historia frente al olvido.

Cuando te sientas por primera vez a componer esta obra… ¿ya tienes claras algunas cosas, o van surgiendo de forma improvisada? ¿Cómo ha sido el proceso creativo de «Disparos de luz»? 

De toda mi experiencia compositiva, sin duda, “Disparos de luz” ha supuesto el proyecto de creación más largo y no exento de dificultades. Cada obra implica un nuevo camino, enfrentarse a un papel en blanco donde vas plasmando tus ideas, tus emociones y posteriormente su traslación al lenguaje del sonido. Te sientes como un funambulista, un acróbata que realiza ejercicios sobre la cuerda floja o el alambre, con plena libertad de tus decisiones, pero con una gran responsabilidad sobre uno mismo, la responsabilidad de que lo que sientes se aproxime lo más posible a lo que escribes.

Las ideas, por claras que las percibas, necesitan tiempo para que emerjan y tomen una forma definitiva. En todo caso, cada obra es un viaje iniciático, un nuevo proceso de aprendizaje y en esta ocasión, un proceso revelador.

La obra está compuesta para orquesta sinfónica y coro, ¿qué describe su musicalidad? 

La utilización de textos en una obra determina en gran medida muchos de sus componentes, sin pretender narrar unos hechos, la decisión de dónde, cómo y cuándo se utilizan puede variar en función el significado de los mismos, el color, textura o ritmo, indistintamente. En “Disparos de luz” y debido a su estructura triangular, siguiendo el ordenamiento numérico de un triángulo de Pascal, tanto la orquesta como el coro responden a su correspondencia con la sucesión Fibonacci, asignando un comportamiento o vida sonora diferente a cada número de la serie. Si podría precisar, que la orquesta se desarrolla en torno a ocho disparos (disparos de luz) que van apareciendo sucesivamente en la obra. Estos ocho disparos, ocho elementos sonoros diferentes, se repiten y superponen y como si de un disparo de cañón o pistola se tratara, el ruido de la explosión que provocan se difumina poco a poco, durando unas veces más otras menos, en función nuevamente del ordenamiento numérico y su correspondencia con la serie. El coro y su comportamiento sonoro es similar, pero sin tener la condición de disparo como en la orquesta, produciéndose en ocasiones superposiciones de dos textos diferentes o reapariciones del mismo material, pero en duraciones diferentes.

De todas maneras, y por plantear una respuesta más práctica y sencilla, podríamos decir que la obra sería la propuesta sonora que yo, como autor, planteo al oyente, mientras visiona, piensa o siente el poema objeto y visual de Antonio Gómez, la vida o historia que esos lápices de colores que se recogen en una funda de pistola nos podrían contar si hablaran o interactuasen.

Hemos leído en el blog del ‘Gabinete de Kaligari que esta composición tiene una estructura matemática, cuya suma de notas es 13, uno de los números de Fibonacci ¿Qué significado tiene utilizar estos detalles en la composición de la obra? 

La forma de una obra es uno de los elementos que más me ocupa, tener una visión aproximada de cuál es el camino que debo seguir, aunque sea en grandes trazos, se me hace muy necesario para comenzar a escribir. Tras estudiar el “Guernica” y obtener la forma triangular, el Triángulo de Pascal era perfecto para mis objetivos.

Los ocho elementos 21, 13, 8, 5, 3, 2, 1, 1 corresponden a ocho disparos y su relación con el triángulo es literal, es decir el elemento 21 se manifiesta en 1, 6, 10 y 4 compases o el elemento 5 se manifiesta en 1, 3 y 1 compases. El triángulo y su traslación a compases me ha permitido crear un conjunto sonoro de ocho capas que conviven entre sí, al mismo tiempo, configurando un triángulo de sonidos y con elementos o lápices de diferentes colores que se manifiestan e interactúan.

La sucesión Fibonacci en Disparos de luz

La idea de nombrar, de forma hablada, recitada o cantada a las víctimas, con sus nombres y apellidos, era algo que me perseguía. El listado de 1367 víctimas que el historiador Francisco Espinosa Maestre recopila, con gran esfuerzo de investigación, dándoles luz en la historia estaba muy presente. De nuevo los números y en concreto la sucesión Fibonacci fueron de ayuda. De esta manera las voces numeran las víctimas en diferentes momentos de la obra: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610, 987, 1597 …

Por otra parte, y con la ayuda de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, los 1367 nombres de víctimas que gracias a la investigación histórica hoy conocemos, más otros tantos que aún se desconocen sus nombres, unos impresos en papelillos y otros representados en papelillos en blanco, fueron lanzados de forma excepcional en los últimos compases de la obra, por ocho cañones de papel, ocho disparos de luz que invadieron el coso de la antigua plaza de toros, el auditorio del Palacio de Congresos, volando sobre las cabezas de los asistentes, convirtiendo verdaderamente y al menos por esa noche, dicho espacio, en un lugar de la memoria.

¿Existen matices o diferencias desde que la obra está finalizada en papel hasta que la escucha por primera vez en directo interpretada por una orquesta sinfónica?  

Si como ya he comentado antes, la sensación de funambulista está presente mientras compones la obra, la traslación a sonidos escritos de tus ideas y emociones debe ser lo más aproximada posible. De esta manera y en un contexto actual, la escritura siempre roza unos límites y el trabajo conjunto con los intérpretes suele ser necesario y habitual. En esta ocasión el trabajo con Jordi Francés como director de la orquesta y Amaya Añúa como directora del coro ha sido muy enriquecedor y de ayuda mutua. La obra en papel representa el conjunto de ideas ordenadas que he desarrollado y que, de una forma algo aproximada, pero no física, están presentes en mi pensamiento.

Sobre papel, no oyes la obra, la sientes y es cuando pasa a las manos de los intérpretes cuando toma verdaderamente vida.

¿Está trabajando ahora en alguna otra composición?

Aparte de proyectos futuros, lo más inmediato será la realización de una versión de “Disparos de luz” para coro y piano. El Coro de Cámara de Extremadura ha realizado un enorme trabajo y su implicación en el proyecto ha sido máxima, hacer una transcripción de la obra que facilite su audición en otro formato y en diferentes espacios es algo que me ilusiona mucho.

 

David del Puerto

Esta temporada estrenamos una de tus últimas creaciones. ¿Qué nos puedes comentar de la Sinfonía nº 5 dedicada a Álvaro Albiach y a la Orquesta de Extremadura? ¿Qué se va a encontrar el espectador?  

Aunque no es fácil definir sintéticamente una obra, y quizá menos aún una propia, el espectador va a escuchar una partitura que aúna criterios de la sinfonía y del poema sinfónico, dentro de un lenguaje temático, en el que va a poder reconocer elementos y materiales que se repiten, alternan, reaparecen… Aun tratándose de una obra de una cierta densidad y complejidad, creo que el público va a poder reconocer cómo discurren «los andamios» de la forma musical… La obra transcurre sin solución de continuidad, pero se divide en cuatro movimientos —Arco, Danza, Nocturno y Variaciones—, siendo el primero de ellos mucho más extenso: dura tanto como los otro tres juntos. Estos tres últimos vienen a equivaler al scherzo, tiempo lento y finale de la sinfonía clásico-romántica.

¿Y qué detalles, influencias o referencias le inspiraron a la hora de componer esta quinta sinfonía? 

En mi música hay siempre un montón de influencias que se cruzan y conviven, a veces imperceptibles, otras veces algo más evidentes, pero que están ahí a la hora de crear la obra. En el caso de esta 5ª sinfonía, hay una referencia legendaria muy presente en el extenso 1er movimiento, «Arco», que es el mito sumerio del viaje de la diosa Inanna al reino de los muertos para arrebatar el poder del inframundo a su hermana Ereskigal. Esta historia, que tiene que ver con otras más o menos similares, como la de Orfeo en el infierno, o los descensos al inframundo de Ulises y de Eneas, me inspiró tanto elementos temáticos como la propia forma en arco del movimiento, que representa la idea de viaje circular – descenso, y regreso al mundo de los vivos. Hay otras influencias puramente musicales, que podrían ser más identificables para el espectador: la Danza, segundo movimiento, es un pequeño homenaje a Sibelius; el cuarto tiempo consiste en unas variaciones dobles en las que juego con un tema melódico, consonante, opuesto a otro atonal, que se alternan, dialogan y mezclan bajo una inspiración técnica bastante «Brahmsiana»… En fin, la inspiración viene, como decía, de múltiples fuentes.

¿Trabaja con varias composiciones al mismo tiempo? ¿O por el contrario cuando compone se centra una única pieza? 

Por lo general prefiero trabajar intensamente en una sola obra, lo que me permite centrarme más «obsesivamente» en un proceso, una temática, una forma de desarrollo… Esto me da pie a profundizar en la idea esencial particular de esa obra. En ocasiones, por supuesto, la agenda me obliga a simultanear composiciones, pero digamos que no es lo normal en mi forma de trabajar.

¿Tiene algún “ritual” o manía a la hora de comenzar un proceso de creación? 

Ciertamente no: el arranque, el banderazo de salida mental de una nueva composición puede venir escuchando música, viajando o incluso dando clase… Es cierto que hay algo que me sitúa en un estado especialmente receptivo para empezar, que es la vivencia del paisaje, campo, cielo, entorno natural, ya sea desde mi casa, desde el coche, o hasta desde la ventanilla de un avión…

¿Como compositor busca nuevos lenguajes musicales?

Lo que realmente me interesa de una forma de expresar en música es que represente mi personalidad y todo aquello que amo, incluidas las músicas que pueden influirme y con las que convivo a diario.

Veo más la creación como un mundo multiforme en el que conviven ideas, estilos, épocas y culturas, que como una búsqueda de novedad que, como tal, me resulta una actitud bastante obsoleta y que ha quedado lejos de las exigencias y la realidad plural de nuestro tiempo.

¿Cómo ve la nueva creación de la música? ¿Existe el suficiente apoyo, o no es necesario realmente? ¿Está valorada? 

Los tiempos siempre —insisto: siempre… — han sido difíciles para la creación. Leyendo escritos de compositores del pasado, uno comprueba que siempre se ha tenido la sensación de estar en una situación crítica para la música de concierto. Como contemporáneo, me toca decir que nuestro tiempo sí es crítico de veras… En todo caso, hay que decir que siempre es necesario el apoyo externo a una planta tan frágil como la composición musical…

¿En qué próximos proyectos está trabajando? 

Ahora mismo estoy ultimando dos encargos —un ciclo de canciones sobre poemas de Lorca para soprano, violín y piano, y un trío clásico para violín, cello y piano—, e inmediatamente después arrancaré con una ópera de cámara, un hermoso proyecto con la dramaturga argentina Mónica Maffía, que se estrenará el próximo año 2019.

 

José Zárate

Este mes de abril se ha presentado en la sede de la SGAE, en Madrid, su disco monográfico The Future Heritage grabado por Sony Classical con la Orquesta de Extremadura en 2016. ¿Cómo ha sido el proceso de composición para este disco?  

Este proyecto, que empezó a fraguarse hace unos años, ha consistido en la grabación de un monográfico dedicado a mi música orquestal con el registro de cinco de mis obras escritas para orquesta: Alonso de Quijada (2003), Viola Concerto (2014), Concierto Breve para Orquesta (2010), Nocturne of red water (2009) y Cinco piezas breves (2004). Ésta última, escrita para orquesta de cuerda, no pudo ser incluida en el cd por cuestiones de espacio.

Aunque la discografía de la Orquesta de Extremadura es amplia, este proyecto suponía un hecho relevante y extraordinariamente importante, como fue abordar una grabación con el sello discográfico Sony Classical, uno de los más importantes en el mundo referidos a la música clásica, y realizando, en esta ocasión, un trabajo monográfico con música clásica-actual de un compositor español.

En todas las oportunidades que tengo de explicar este importante trabajo discográfico, destaco la entrega y pasión de toda la gran familia que es la Orquesta de Extremadura. Esta institución, desde los profesores intérpretes que la forman hasta sus responsables técnicos y políticos, siempre se ha caracterizado por la difusión y estudio de la música actual, programando durante bastantes temporadas obras de compositores españoles. Mi relación con la OEX ha sido y sigue siendo muy intensa, pues varias de mis obras orquestales han sido interpretadas o estrenadas a lo largo de diferentes temporadas; destaco las anteriormente citadas Alonso de Quijada (2003), Concierto Breve para Orquesta (2010), o Cinco piezas breves (2004), así como Ioseph ab Arimathia (2010) o Nana de la espiga (2004). El honor es inmenso para mí y para mi música haber sido interpretada por esta magnífica orquesta. Los músicos que la componen conocen bien mi música; el resultado de su trabajo para este proyecto discográfico ha sido extraordinario.

Fruto del mismo también se le debe al excelente trabajo técnico del actual gerente de la orquesta, Esteban Morales —un extraordinario músico defensor de la Orquesta de Extremadura—, y al decidido apoyo y aliento de la Secretaria General de Cultura, Míriam García Cabezas, propulsora de la cultura hecha en Extremadura. Pero mención especial hago a su actual director artístico, Álvaro Albiach, uno de los más relevantes directores españoles de su generación, el cual destaca por una profesionalidad y ejercicio de responsabilidad con el trabajo interpretativo absolutamente admirable con la orquesta. Posee una fuerza vital tan inmensa que no deja de asombrar a aquellos que llegan a conocerle personalmente. Pero para mí, su mayor valor reside en su capacidad de transmitir su sentimiento más visceral de manera tranquila, con prudencia y calma, y con una declamación poética exquisita e íntima.

El disco incluye su obra Concierto Breve para Orquesta que estrenamos en 2011 y que volveremos a interpretar bajo la dirección de Álvaro Albiach. ¿Qué describe esta obra?  

La obra Concierto Breve para Orquesta (2010) nace como encargo de la Fundación Autor a mediación de la Orquesta de Extremadura, que como bien señala, fue quien estrenó la obra en enero de 2011. En esta obra pretendo ofrecer a prácticamente todos los instrumentos de la orquesta la posibilidad de mostrar sus capacidades expresivas, estando presente mi personal idealización sobre la relación del texto y su interpretación declamativa. Para mí el discurso expresivo se consigue apoyado y ayudado por el acto declamatorio que posee la música, al igual que en la poesía o en el teatro, viendo por ello a la figura del intérprete como declamador de un texto poético, previamente concebido por el compositor, que es capaz de transgredir sus propias formas o épocas, y transmitir un sentimiento personal desde la emotividad del canto sonoro.

Pero, como comenté al principio, el cd está compuesto de otras obras que han sido interpretadas por la OEX, especialmente la obra Viola Concerto (2014), cuya grabación presente en este cd es una primicia mundial dado que nunca se ha interpretado en público. Espero y deseo fervientemente que en próximas temporadas la OEX pueda abordar su interpretación pública en Extremadura. Una obra en un solo movimiento, que pretende ofrecer la posibilidad al solista de mostrar su capacidad expresiva no sólo como declamador poético, sino además como declamador escénico de un texto poético-musical sin significación objetiva. En este Concierto para viola, al igual que en otras obras escritas para instrumentos solistas con o sin conjunto instrumental, está presente una personal idealización sobre la relación del texto y su interpretación como declamación poético-musical. Dividida en varias secciones sin solución de continuidad, mi pretensión es que todos los intérpretes (la viola solista junto con los demás instrumentos) declamen, reciten, vivan, sientan esta música como parte suya, como un texto poético cuyo interés esté a su disposición para estrechar sus inquietudes ante aquel que les escuche, y principalmente ante ellos mismos como primer público al que se enfrenta una obra musical.

Otras obras que forman este cd, como Alonso de Quijada (2003), compuesta tras el encargo realizado por la Orquesta Nacional de España, ha sido interpretada por diversas orquestas en sus temporadas de conciertos, como la propia Orquesta de Extremadura, Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, la Orquesta Filarmónica de Tomsk (Siberia), la Orquesta Joven de Andalucía OJA (Festival de Edimburgo) o la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata de la UNAM (México), entre otras. Y, por último, se presenta Nocturne of red water (2009), obra estrenada por la Orquesta Joven de Andalucía en el Ciclo de Música Contemporánea de Málaga en 2010. Una obra extremadamente delicada tanto acústica como interpretativamente, donde sigue presente mi búsqueda entre el texto poético-musical y su escenificación interpretativa.

¿Cuál considera que son las fortalezas y debilidades a la hora de sentarse a componer?  

Para mí la fortaleza reside en el trabajo, la constancia, la experiencia y la emoción, entre otras muchas cosas.

Pienso que las ideas son producto de la reflexión y las circunstancias aprendidas. Existe la casualidad, pero en mi trabajo, absolutamente creativo, asumo y valoro más la causalidad.

Y las debilidades… infinitas. El ser humano es débil, y los compositores, también.

Y por supuesto, necesidades, aunque personalmente no tenga alguna especial a la hora de trabajar, de escribir música. Pero le he de decir que siento la necesidad de estar cerca de «mi taller», de mi lugar de trabajo. Y eso sí: necesito el máximo de silencio ambiental y mucha luz natural. Me cuesta mucho escribir por la noche, y eso que muchas de mis obras tienen a la noche o lo nocturno como un hecho fundamental. Ejemplos están obras como Nocturnos de BaratariaCuatro nocturnos o Cantos negros, todas para piano solo; u obras como Trois nocturnes par la mort de Dieu, para barítono soloNocturne of red water, para orquesta sinfónica (que forma parte del cd), Bagatella di notte, para mezzosoprano solo, o Gabon, para orquesta de cuerda.

De todas las composiciones que ha hecho a lo largo de su carrera, ¿con cuál se siente especialmente orgulloso?  

Muy difícil respuesta. Quizá, en mi condición de intérprete pianista, que también tengo, hace que mi música creada para piano esté muy cercana a mí como músico, aunque todos los instrumentos musicales son fundamentales en mi pretensión de concebir un texto poético que sea capaz de ser «cantado» por ellos.

Aunque debo de confesar que tengo debilidad por obras como Ioseph ab Arimathia (José de Arimatea), para actor y orquesta sinfónica (obra que estrenó la OEX en 2010 en Cáceres y Badajoz), o Alonso de Quijada, para orquesta sinfónica, especialmente por su fuerza declamativa y emotiva; Viola Concerto para viola y orquesta, Violinesca, para violín y orquesta o Concierto para piano y orquesta de cámara por sus dialécticas concertantes; o casi toda mi música coral, aunque destaque Lamentatio quarta o Dos nanas para un Niño Dios ambas para coro mixto a capella; y como decía antes, prácticamente toda mi producción concebida para piano, como los 12 Cantos negros, la obra Il bosco di Giarianno (siete cuadernos para piano), o los diversos Nocturnos para piano solo.

En verdad, me es difícil no tener debilidad por cualquiera de mis obras; me siento como un padre que quiere a todas sus hijas…

Alguna vez, incluso estrenada y grabada ya su obra, ¿se le han pasado por la cabeza cambios, o el deseo de modificar algo? 

Considero que siempre estamos viajando, en lo material y en lo inmaterial. Nuestra vida es un viaje en el tiempo, en el espacio, y en nuestras experiencias. Yo sigo buscando como el primer día, sigo investigando y experimentando nuevas ideas y concepciones interpretativas con la misma pasión que lo hacía 20 años atrás. Aunque, como es lógico, los años son experiencia y aprendizaje.

Una fotografía o un vídeo de mi persona realizado hace 20 años muestra a alguien 20 años más joven, pero sigue siendo la misma persona. Nunca rehuiría de dicho documento por el hecho de mostrar tal y como era yo hace 20 años. Evidentemente, hay cosas que quizá no me gusten, pero las asumo como producto de mi pasado. Quien no respeta su pasado, no respetará su futuro.

Mi música es fruto de mí como creador, como músico y como persona. La respeto toda, y me identifico con cada una de mis obras, sean fechadas hace 20 años o ayer mismo. Coherencia y consecuencia: coherente con las ideas creadas, y consecuente de las mismas.

¿Cómo ve la nueva creación de la música? ¿Existe el suficiente apoyo, o no es necesario realmente? ¿Es valorada? 

En alguna otra entrevista lo he comentado: me atrevo a decir que, desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, la Música Española está viviendo su etapa más prolífica de toda su Historia con un nivel de excelencia absolutamente extraordinaria (con permiso del gran siglo XVI). Su reconocimiento ya está consolidado en los ámbitos musicales internacionales, aunque, como en muchas cosas, aún nos queda por trabajar.

La música clásica no tiene la repercusión social y mediática que debería tener España, pero su desarrollo ha sido magnífico en los últimos 40 años. Y sigo comprobando que la acogida por parte del público sigue creciendo, quizá más lentamente que en otros países de nuestro entorno, pero siempre en aumento.

¿En qué proyectos está inmerso ahora?  

Además de atender y asistir a los conciertos en los que se interpreta mi música en próximas fechas en España y Europa, entre los proyectos destaco continuar con la promoción y difusión de este magnífico cd de Sony Classical con la Orquesta de Extremadura, así como el cd para piano Nocturnos y Cantos negros interpretado por Javier Cembellín y publicado por Several records, y el trabajo discográfico para el sello IBS Classical, realizado por Alejandro Bustamante con el registro de mis obras Canto para violín n.1 y Canto para violín n.2.

Y especialmente ilusionado me siento con el futuro proyecto de interpretación de la obra José de Arimatea para actor y orquesta por parte de la Orquesta Joven de Extremadura bajo la batuta de su director titular, Andrés Salado. Una obra que tiene el aliciente de ser concertante con un solista que utiliza la palabra declamada para expresar sus sentimientos, dialogando con los músicos que hacen lo propio con sus instrumentos. Una obra sinfónico-dramática en la que los jóvenes tendrán la oportunidad de acercarse y asumir el importante rol de formar parte del espectáculo como músicos en el escenario junto al actor. Porque ellos, con sus instrumentos y su sonido musical, estarán declamando la obra poética y escénica del mismo modo que el actor lo declama y escenifica desde su voz y escenografía dramática. Su montaje en los encuentros será interesante, pero su representación en el escenario será alentadora. Deseo que una vez montada pueda ser representada por diferentes espacios y conciertos en España e incluso, Portugal, dado que parte del texto de la obra que declama e interpreta el actor está en portugués junto con el español y varias lenguas europeas.

Quiero agradecer muy sinceramente al Boletín de noticias de la Orquesta de Extremadura su interés por mi música, y dar mi más sincera felicitación por vuestro trabajo en la difusión de la Música. Gracias.