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Programa 07

Temporada de conciertos

2021-2022

Efectos secundarios del (des)amor

3 de febrero Badajoz
4 de febrero Villanueva de la Serena

Orquesta de Extremadura
Ruth Iniesta
Pablo González

Programa

1.

Hector Berlioz. Les nuits d’eté (Las noches de verano), op.7 (1841-1856)

Villanelle
Le spectre de la rose
Sur les lagunes
Absence
Au cimetière
L'île inconnue

Ruth Iniesta, soprano

2.

Dmitri Shostakóvich. Sinfonía nº 9, op.70 (1945)

Allegro
Moderato
Presto
Largo
Allegretto-Allegro

Pablo González, director

Héctor Berlioz es, sin duda, uno de los genios más infravalorados y revolucionarios del siglo XIX. La versión orquestada de las delicadas Noches de verano es un preludio perfecto para la Sinfonía nº 9 de Shostakóvich, «una obra con un humor ligero y soleado», como la definió su autor.

Notas al programa

De entre todos los genios que han ido moldeando la estética musical a lo largo de la historia, hay algunos compositores que fueron especialmente visionarios, que imaginaron nuevas posibilidades antes que el resto y tuvieron la valentía y el talento de llevarlas a cabo. Si pensamos en estos artistas revolucionarios, hay algunos que nos vienen a la mente de forma instantánea: Beethoven, Wagner, Debussy, Schönberg… todos ellos marcaron un antes y un después en el campo de la composición, abriendo nuevos caminos e influyendo en la concepción de la música de la sociedad de la época. Sin embargo (y en algunos casos sin saber muy bien el por qué) hay otros compositores que no suelen incluirse en esta lista, pero que indiscutiblemente deberían estar si juzgamos sus méritos de manera objetiva. De este grupo de revolucionarios infravalorados, probablemente en primera posición se encuentre el hombre que, en un principio, abarcaba la totalidad del programa de hoy: el francés Hector Berlioz.

Berlioz revolucionó por completo la escritura orquestal de una forma radicalmente adelantada a su tiempo. Quizá el ejemplo más claro se encuentre su la obra indiscutiblemente más célebre: su Sinfonía Fantástica, que figuraba originalmente en nuestro programa pero que hemos tenido que posponer debido a la actualidad de las circunstancias sanitarias. Quizá lo más sorprendente de la Sinfonía sea su fecha de composición, tan solo seis años después de la Novena de Beethoven. En este corto periodo de tiempo, Berlioz introduce nuevos instrumentos como las campanas tubulares o el corno inglés, recursos técnicos como los glissando en los vientos o el col legno en las cuerdas, coloca instrumentos fuera del escenario, introduce el concepto temático de ‘idée fixe’ (idea fija) … entre muchas otras innovaciones. Pero además de esta obra, la cual esperamos poder ofrecerles en un futuro próximo, la lista de creaciones atrevidas no es precisamente corta: Romeo y Julieta, el Te Deum, La Condenación de Fausto

Les Nuits d’été, o en español Las noches de verano (¿posible inspiración ‘Shakespeariana’ en el título?) sí se mantiene en nuestro programa, y constituye en sí misma una obra con entidad más que de sobra como para acercarnos a la figura del compositor y su concepción propia de la música. Considerado como el primer ciclo de canciones escrito para voz y orquesta, las seis canciones fueron concebidas de manera independiente, y estuvieron previamente compuestas para ser acompañadas con piano. Inspiradas en los poemas de su amigo Théophile Gautier, el centro temático de la colección se ciñe al amor, la nostalgia y el deseo. Sin embargo (o al menos que sepamos) la única canción que tuvo una inspiración concreta en el momento de su composición fue la cuarta, Ausencia, que está dedicada a la mezzo-soprano francesa Marie Recio, por entonces amante y posteriormente segunda esposa de Berlioz. El ciclo en sí mismo constituye una masterclass de dominio de la instrumentación, de recursos orquestales pictóricos y de giros melódico-armónicos que embelesan.

Ver letras de las canciones

Villanelle

Quand viendra la saison nouvelle,
Quand auront disparu les froids,
Tous les deux nous irons, ma belle,
Pour cueillir le muguet aux bois ;
Sous nos pieds égrenant les perles
Que l’on voit au matin trembler,
Nous irons écouter les merles
Siffler.

Le printemps est venu, ma belle,
C’est le mois des amants béni,
Et l’oiseau, satinant son aile,
Dit des vers au rebord du nid.
Oh ! viens donc, sur ce banc de mousse
Pour parler de nos beaux amours,
Et dis-moi de ta voix si douce :
Toujours !

Loin, bien loin, égarant nos courses,
Faisons fuir le lapin caché,
Et le daim au miroir des sources
Admirant son grand bois penché ;
Puis chez nous, tout heureux, tout aisés,
En paniers enlaçant nos doigts,
Revenons, rapportant des fraises
Des bois.

Villanelle

Cuando llegue la nueva temporada
Cuando el frío haya desaparecido,
Iremos los dos, querida,
a recoger lirios de los valles en el bosque;
Bajo nuestros pies desgranando las perlas
que vemos temblar por la mañana,
Iremos a escuchar a los mirlos…
Silbar.

Ha llegado la primavera, querida,
Es el mes de los amantes benditos,
Y el pájaro, satinando su ala,
Dice gusanos al borde del nido.
¡Oh! ven entonces, en este banco de musgo
Para hablar de nuestros hermosos amores,
Y dime con tu dulce voz:
¡Siempre!

Lejos, muy lejos, extraviando nuestras compras,
Ahuyentemos al conejo se esconde,
Y ante en el espejo de los resortes
Admirando su gran madera inclinada;
Luego en casa, todo feliz, todo tranquilo,
En canastas entrelazando nuestros dedos,
Volvamos, trayendo fresas
del bosque.

Le spectre de la rose

Soulève ta paupière close
Qu’effleure un songe virginal ;
Je suis le spectre d’une rose
Que tu portais hier au bal.
Tu me pris, encore emperlée
Des pleurs d’argent, de l’arrosoir,
Et parmi la fête étoilée
Tu me promenas tout le soir.

Ô toi qui de ma mort fus cause,
Sans que tu puisses le chasser,
Toutes les nuits mon spectre rose
À ton chevet viendra danser.
Mais ne crains rien, je ne réclame
Ni messe ni De profundis :
Ce léger parfum est mon âme,
Et j’arrive du paradis.

Mon destin fut digne d’envie:
Et pour avoir un sort si beau,
Plus d’un aurait donné sa vie,
Car sur ton sein j’ai mon tombeau,
Et sur l’albâtre où je repose
Un poète avec un baiser
Écrivit : Ci-gît une rose,
Que tous les rois vont jalouser.

El espectro de la rosa

Abre tus párpados cerrados
Tocado por un sueño virginal!
Soy el fantasma de una rosa
Que te pusiste ayer en el baile.
Me tomaste, todavía nacarado
Con lágrimas de plata, de la regadera,
Y en la fiesta estrellada,
Me llevaste toda la tarde.

Oh tú que causaste mi muerte
Sin poder ahuyentarlo
Cada noche mi espectro color de rosa
Bailaré junto a tu cama.
Pero no temas, yo tampoco reclamo
Misa ni De profundis.
Este ligero aroma es mi alma
Y vengo del Paraíso

Mi destino es envidiable
Y tener un destino tan hermoso
Más de uno hubiera dado su vida;
porque en tu pecho tengo mi tumba,
Y sobre el alabastro en que descanso
Un poeta con un beso
Escribió: «Aquí yace una rosa
del cual todos los reyes estarán celosos».

Sur les lagunes

Ma belle amie est morte :
Je pleurerai toujours
Sous la tombe elle emporte
Mon âme et mes amours.
Dans le ciel, sans m’attendre,
Elle s’en retourna ;
L’ange qui l’emmena
Ne voulut pas me prendre.
Que mon sort est amer !
Ah ! sans amour s’en aller sur la mer !

La blanche créature
Est couchée au cercueil.
Comme dans la nature
Tout me paraît en deuil !
La colombe oubliée
Pleure et songe à l’absent ;
Mon âme pleure et sent
Qu’elle est dépareillée !
Que mon sort est amer !
Ah ! sans amour s’en aller sur la mer !

Sur moi la nuit immense
S’étend comme un linceul ;
Je chante ma romance
Que le ciel entend seul.
Ah ! comme elle était belle
Et comme je l’aimais !
Je n’aimerai jamais
Une femme autant qu’elle.
Que mon sort est amer !
Ah ! sans amour s’en aller sur la mer !

En las lagunas

Mi bella amiga ha muerto,
lloraré siempre;
Debajo de la tumba que ha tomado
Mi alma y mi amor.
Al cielo, sin esperarme,
Ella ha regresado;
El ángel que se la llevó
No quería llevarme.
¡Qué amargo es mi destino!
¡Ay! ¡Sin amor para navegar en el mar!

la criatura blanca
yace en un ataúd;
como en la naturaleza
¡Todo me parece de luto!
la paloma olvidada
Llora y sueña con el ausente.
mi alma llora y siente
¡Que está desierto!
¡Qué amargo es mi destino!
¡Ay! ¡Sin amor para navegar en el mar!

Sobre mí la vasta noche
Se extiende como un sudario.
canto mi canción
Que solo el Cielo escucha:
¡Ay! que hermosa era
¡Y cómo la amaba!
nunca amaré
Una mujer tanto como ella…
¡Qué amargo es mi destino!
¡Ay! ¡Sin amor para navegar en el mar!

Absence

Reviens, reviens, ma bien-aimée !
Comme une fleur loin du soleil,
La fleur de ma vie est fermée
Loin de ton sourire vermeil.

Entre nos cœurs quelle distance !
Tant d’espace entre nos baisers !
Ô sort amer ! ô dure absence !
Ô grands désirs inapaisés !

Reviens, reviens, ma belle aimée !
Comme une fleur loin du soleil,
La fleur de ma vie est fermée
Loin de ton sourire vermeil !

D’ici là-bas que de campagnes,
Que de villes et de hameaux,
Que de vallons et de montagnes,
À lasser le pied des chevaux!

Reviens, reviens, ma belle aimée !
Comme une fleur loin du soleil,
La fleur de ma vie est fermée
Loin de ton sourire vermeil !

Ausencia

¡Vuelve, vuelve, amada mía!
Como una flor lejos del sol,
La flor de mi vida está cerrada
¡Lejos de tu brillante sonrisa roja!

¡Entre nuestros corazones qué distancia!
¡Tanto espacio entre nuestros besos!
¡Oh amargo destino! ¡Oh dura ausencia!
¡Oh grandes deseos insaciables!

¡Vuelve, vuelve, mi bella amada!
Como una flor lejos del sol,
La flor de mi vida está cerrada
¡Lejos de tu brillante sonrisa roja!

Entre aquí y allá qué campos,
¡Qué pueblos y aldeas,
Que valles y montañas,
Para cansar los cascos de los caballos.

¡Vuelve, vuelve, mi bella amada!
Como una flor lejos del sol,
La flor de mi vida está cerrada
¡Lejos de tu brillante sonrisa roja!

Au cimetière: Clair de lune

Connaissez-vous la blanche tombe
Où flotte avec un son plaintif
L’ombre d’un if ?
Sur l’if une pâle colombe
Triste et seule au soleil couchant,
Chante son chant ;

Un air maladivement tendre,
À la fois charmant et fatal,
Qui vous fait mal,
Et qu’on voudrait toujours entendre ;
Un air comme en soupire aux cieux
L’ange amoureux.

On dirait que l’âme éveillée
Pleure sous terre à l’unisson
De la chanson,
Et du malheur d’être oubliée
Se plaint dans un roucoulement
Bien doucement.

Sur les ailes de la musique
On sent lentement revenir
Un souvenir ;
Une ombre une forme angélique
Passe dans un rayon tremblant,
En voile blanc.

Les belles de nuit, demi-closes,
Jettent leur parfum faible et doux
Autour de vous,
Et le fantôme aux molles poses
Murmure en vous tendant les bras :
Tu reviendras ?

Oh ! jamais plus, près de la tombe
Je n’irai, quand descend le soir
Au manteau noir,
Écouter la pâle colombe
Chanter sur la pointe de l’if
Son chant plaintif !

En el cementerio: Claro de luna

¿Conoces la tumba blanca,
Donde flota con un sonido lastimero
¿La sombra de un tejo?
Sobre el tejo una paloma pálida
Sentado triste y solo al atardecer,
canta su canción:

Un aire morbosamente tierno
a la vez encantador y mortal,
eso te duele
Y que uno quisiera escuchar para siempre;
Un aire como el suspiro en el cielo
De un ángel amoroso.

Se podría decir que un alma despierta
Llora bajo tierra al unísono
con la canción,
Y por la desgracia de ser olvidado
Quejas, arrullos
Muy suave.

En las alas de la música
Uno siente regresar lentamente
Un recuerdo.
Una sombra, una forma angelical
Pasa en un rayo brillante
En un velo blanco.

Las belles-de-nuit, medio cerradas,
Echa su olor débil y dulce
Alrededor tuyo,
Y el fantasma en una pose gentil
Murmura, tendiendo sus brazos hacia ti:
¿Volverás?

¡Oh! Nunca más junto a la tumba
¿Iré, cuando caiga la tarde?
En un manto negro,
Para escuchar la paloma pálida
Cantando en lo alto del tejo
Su canto lastimero.

L’île inconnue

Dites, la jeune belle,
Où voulez-vous aller ?
La voile enfle son aile,
La brise va souffler.

L’aviron est d’ivoire,
Le pavillon de moire,
Le gouvernail d’or fin ;
J’ai pour lest une orange,
Pour voile une aile d’ange,
Pour mousse un séraphin.

Dites, la jeune belle,
Où voulez-vous aller ?
La voile enfle son aile,
La brise va souffler.

Est-ce dans la Baltique ?
Dans la mer Pacifique ?
Dans l’île de Java ?
Ou bien est-ce en Norvège,
Cueillir la fleur de neige,
Ou la fleur d’Angsoka ?

Dites, dites, la jeune belle,
dites, où voulez-vous aller ?

Menez-moi, dit la belle,
À la rive fidèle
Où l’on aime toujours !
Cette rive, ma chère,
On ne la connaît guère
Au pays des amours.

Où voulez-vous aller ?
La brise va souffler.

La isla desconocida

Dime, joven belleza,
¿A donde quieres ir?
La vela hincha su ala,
La brisa comienza a soplar.

El remo es de marfil,
La bandera es de muaré,
el timón de oro fino;
Tengo por lastre una naranja,
Para navegar el ala de un ángel
Para grumete un serafín

Dime, joven belleza,
¿A donde quieres ir?
La vela hincha su ala,
La brisa comienza a soplar.

¿Es al Báltico?
¿Al Océano Pacífico?
¿La isla de Java?
O tal vez a Noruega,
Para recoger la flor de nieve
¿O la flor de Angsoka?

Dime, dime, joven belleza,
Dime, ¿adónde quieres ir?

«Llévame», dice la bella,
«A la orilla fiel
¡Donde se ama para siempre!»
Esa orilla, querida,
es casi desconocido
En la tierra del amor.

¿A donde quieres ir?
La brisa comienza a soplar.

Si avanzamos más de un siglo en la historia y viajamos unos cuantos miles de kilómetros al este de París, nos adentramos en la obra que cierra nuestro programa, la Novena Sinfonía del compositor ruso Dmitri Shostakóvich. Maestro curtido en el arte de la sinfonía, quince acabará componiendo al final de sus días. Al igual que Berlioz, Shostakóvich escribe con un lenguaje musical muy propio que hace de su música algo inconfundible para el oyente. Sin embargo, su estética musical está realmente alejada de la del artista francés.

Tras la monumental Séptima Sinfonía, que sirvió como profecía de la victoria soviética en la batalla de Leningrado, y la Octava, que revela el horror de la segunda guerra mundial de una forma tan introspectiva como furiosa, todo el mundo esperaba una sinfonía grandiosa para celebrar el reciente final de la guerra. El propio Shostakóvich no hizo más que alimentar estas especulaciones al dejar caer entre su círculo cercano que su nueva sinfonía podía incluir coro. Y en efecto esta pudo ser la intención inicial del compositor, quien conocía de sobra las expectativas del mandatario Iosif Stalin sobre la estética de su nueva obra. No debemos olvidar que por aquel entonces la música jugaba un rol político-social muy relevante, siendo considerada una representación directa del sentir de la gente y de la situación de un estado. Así pues, el dictador soviético juzgaba duramente cualquier composición que no tuviera un trasfondo alentador para el pueblo, y más en un momento de euforia como el éxito en la mayor guerra intercontinental registrada hasta la fecha.

Sin embargo, Shostakóvich cambió su idea inicial y en apenas unos meses dio a luz a una de sus sinfonías más cortas, irónicas y desconcertantes. Y por supuesto, no incluía el esperado y deseado coro, ni solistas vocales ni una gigantesca orquestación. Está dividida cinco movimientos que todos ellos juntos duran menos que tan solo un movimiento de alguna de sus sinfonías precedentes. Para los profesores de la orquesta, la obra supone todo un reto, destacando el centelleante tercer movimiento y el lúgubre solo de fagot que constituye casi en su totalidad del cuarto movimiento. Para la audiencia, una delicia de música, siempre a caballo entre lo divertido y lo militar, entre lo alegre y lo satírico.

Para dar vida a este contrastante y sugerente programa nos acompañan esta semana la voz de la soprano Ruth Iniesta y la batuta del Maestro Pablo González, dos artistas sensacionales bien conocidos por el público extremeño… ¡como para perdérselo!

© Jorge Yagüe

Jorge Yagüe (Madrid, 1996) es director titular de la Joven Orquesta Leonesa y del Ensemble Galilei. Se ha puesto al frente de agrupaciones de la talla de la Joven Orquesta Nacional de España, la Orquesta de Extremadura, la Janacek Philharmonic Ostrava o la Orchestra Senzaspine, actuando en escenarios como el Auditorio Nacional, el Teatro dei Rinnovati, el Auditorio Ciudad de León o el Palacio de Congresos de Badajoz.

Yagüe realizó sus estudios superiores en dirección de orquesta en el Centro Superior Katarina Gurska con el Maestro Borja Quintas, ampliándolos posteriormente en la Academia Chigiana (Siena) de la mano del Maestro Daniele Gatti.

Ruth Iniesta

Tras aclamados debuts como Lucia di Lammermoor, Elvira (I Puritani) y Musetta (La Bohème) en el Teatro Comunale de Bolonia y en el Teatro Massimo de Palermo, Ruth Iniesta sigue abriéndose camino en los teatros internacionales consolidándose como una de los talentos más importantes de la nueva generación.

Con una técnica sólida y una voz versátil, Ruth Iniesta estudia ballet y baile flamenco, para luego comenzar a estudiar piano y canto en el Conservatorio Arturo Soria y en la Escuela Superior de Canto de Madrid. Mientras tanto, adquirió años de experiencia escénica en producción musical en España.

En 2015 fue nominada Artista Emergente del Año por los «Premios Campoamor de la Lírica» ​​y, al mismo tiempo, Artista Revelación por la revista Codalario. Paralelamente fue premiada en los concursos de canto de Bilbao, Jacinto Guerrero y Monsterrat Caballé.

Ha trabajado con directores como Graham Vick, Emilio Sagi, Hugo de Ana, Lluis Pasqual, Damiano Micheletto y directores de la talla de Michele Mariotti, Miguel Ángel Gómez-Martínez, Pablo Heras-Casado, Miquel Ortega, Giacomo Sagripanti, Christopher Franklin y Stefano Ranzani.

La temporada pasada cantó en la Staatskapelle de Berlín, Musikverein de Viena, Gran Teatre del Liceu, Palau de Les Arts, Teatro Massimo de Palermo, Teatro Regio de Turín, Maggio Musicale Fiorentino y debutó, entre los diversos papeles, Susanna en The wedding di Figaro, Corinna de El viaje a Reims y Donna Anna de Don Giovanni.

En 2018 debutó en la Arena de Verona, a donde regresó en los años siguientes, con los roles de Liù, Micäela y Rosina bajo la dirección de los maestros Francesco Ivan Ciampa, Andrea Battistoni y Daniel Oren. Debutó como Gilda en Rigoletto en el Teatro Massimo de Palermo bajo la dirección de John Turturro, que luego se representó en el Teatro Regio de Turín, y vuelve al papel de Nannetta en la nueva producción de Falstaff en el Teatro Real Madrid, firmado por Laurent Pelly y dirigido por el maestro Daniele Rustioni.

En 2019 fue galardonada en la categoría de música clásica con el prestigioso premio El Ojo Crítico, de Radio Nacional de España.

Ya en 2020, vuelve a cantar La Traviata en la producción del Teatro Real de Madrid, de la mano de Nicola Luisotti y dirigida por Leo Castaldi. Luego regresa al Teatro de la Zarzuela para debutar el papel de Ascensión en la producción de Emilio Sagi de La del manojo de rosas, posteriormente canta La vedova allegra en Padua y el Réquiem de Mozart en el Teatro La Fenice de Venecia.

Pablo González

Pablo González es director titular de la Orquesta Sinfónica de Radio y Televisión Española y asesor artístico de la Orquesta y el Coro RTVE. Anteriormente ha sido director titular de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, director principal invitado de la Orquesta Ciudad de Granada y director asistente de la London Symphony Orchestra.

Entre sus recientes y próximos compromisos destacan actuaciones con la Royal Philharmonic Orchestra, Sinfónica de Birmingham,  The Hallé, Filarmónica de Helsinki, Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, Konzerthausorchester Berlin, Orquesta de la Radio de Frankfurt, Filarmónica de Dresde, Gürzenich-Orchester Köln, Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken Kaiserslautern, Filarmónica de Estrasburgo, Orchestre National d’Ille de France, Sinfónica de Stavanger, Residentie Orkest, Filarmónica de Lieja, Orchestra della Svizzera Italiana, Orquesta Sinfónica Nacional de México, Filarmónica de Buenos Aires  etc. En España mantiene una estrecha relación con las orquestas sinfónicas españolas.

Como director de ópera, destaca la dirección de Don Giovanni y L’elisir d’amore en dos exitosos Glyndebourne Tours, Carmen (Quincena Musical de San Sebastián), Una voce in off, La voix humaine, Die Zauberflöte, Daphne y Rienzi en el Gran Teatre del Liceu (Barcelona), Tosca y Madama Butterfly (Ópera de Oviedo).

Ha colaborado con solistas como Maxim Vengerov, Nikolai Lugansky, Javier Perianes, Khatia Buniatishvili, Beatrice Rana, Renaud Capuçon, Gautier Capuçon, Sol Gabetta, Anne-Sophie Mutter, Isabelle Faust, Frank Peter Zimmermann, Arcadi Volodos, Viktoria Mullova, Johannes Moser, Truls Mork y Viviane Hagner.

Entre sus grabaciones discográficas, destaca el monográfico de Enrique Granados en tres volúmenes así como un CD con las suites de Carmen y L’Arlesienne, de Bizet, con la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya para el sello Naxos. Pablo González goza de una colaboración continua con la Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken Kaiserslautern (DRP) con quienes grabará próximamente un CD con música de Emanuel Moor; su grabación de Schumann con Lena Neudauer ha sido galardonada con el prestigioso “International Classical Music Award”.

Nacido en Oviedo, Pablo González estudió en Guildhall School of Music & Drama (Londres). Actualmente reside en la ciudad de Oviedo.

Programa 07

Temporada de conciertos

2021-2022

Berlioz. Les nuits d’eté
Shostakóvich. Sinfonía nº 9

Efectos secundarios del (des)amor

3 de febrero Badajoz
4 de febrero Villanueva de la Serena