El gran pianista andaluz y profesor del Conservatorio Superior de Música Bonifacio Gil de Badajoz, Ángel Sanzo, actuó con la Orquesta de Extremadura en el Palacio de Congresos Manuel Rojas de Badajoz el pasado jueves. En un concierto titulado “Inspiración”, Sanzo interpretó el Concierto para piano en La menor Opus 16 de Edvard Grieg bajo la batuta del director Lorenzo Ramos.
Conozcamos esta experiencia en primera persona…
La temporada pasada ya pudimos verle tocar junto a la Orquesta de Extremadura ¿ha tenido algún significado especial esta vez en el 15º aniversario de la OEX?
Sí, evidentemente ha sido un concierto especial. En primer lugar porque es la primera vez que toco un concierto en temporada, ya que el año pasado fue para el Ciclo Sacro, y también porque es una orquesta que conozco muy bien, la sigo desde hace doce años que me mudé a Badajoz y empecé mi vida como docente aquí.
¿Le gusta el concierto de piano de Grieg?
Sí, me encanta. Es un concierto muy inspirador, Grieg tenía 24 años cuando lo escribió y se ve que estaba completamente inspirado por el concierto de Schumann que acababa de escuchar. Es un concierto que provoca el lucimiento del pianista por los pasajes que tiene y la forma de los mismos, además el dialogo piano orquesta me parece bellísimo en todos los aspectos.
¿Cuál es su concierto de piano favorito?
Muy difícil decidirse (entre risas), diría que el primero de Brahms. Para mí es el mejor equilibrado en relación orquesta piano. Es un concierto muy sinfónico, con enormes dimensiones y una gran profundidad musical. Se demuestran en él, el conocimiento del instrumento y de la orquesta que es insuperable. Siempre que lo he tocado me hace sentir muy dentro de la orquesta, pero a la vez solista, es impresionante.
¿Es la primera vez que ha trabajado con el maestro Lorenzo Ramos?
Sí y tengo que decir que ha sido una experiencia maravillosa. El maestro lo tiene todo muy claro y es muy efectivo, con lo que para mí, ha resultado muy fácil y práctico trabajar con él. Hemos cuadrado todo muy bien y a la vez hemos congeniado musicalmente, ha sido experiencia muy buena.
¿Cómo ha sido la reacción del público pacense esta vez?
Yo creo que ha estado bastante bien, me emocionó mucho la ovación final y el hecho de que se vendieran todas las entradas me alegró mucho. Además he recibido felicitaciones de compañeros, de amigos y de gente que no conocía. Es un público muy agradecido y espero que siga así por muchos años si vuelvo a tener la oportunidad de actuar aquí.
¿Cree que sus alumnos del Conservatorio de Badajoz se sienten inspirados al verle tocar en concierto?
Sí, creo que es muy importante que vean que su profesor tiene una vida activa como concertista. Es el ejemplo vivo de lo que les pedimos en las clases y de lo que muchos quieren llegar a ser. Les inspira mucho no solo verte tocar, sino ver que a diario practicas una disciplina de muchas horas de estudio con tu instrumento, que es lo que al fin y al cabo les exigimos.
Háblenos sobre las diferencias entre dar clases de piano y dar conciertos ¿qué es más gratificante para usted?
A mi me parece que son dos actividades complementarias. Por un lado, dar conciertos como solista con una orquesta es una actividad fantástica, en el sentido en el que uno ha trabajado toda la vida para eso, para ofrecer música. Pero, por otro lado, dando clases también se ofrece mucha música y además se comparte. Cuando trabajas con los alumnos, se incluyen nuevas obras en tu repertorio que analizas, las examinas a diario y de manera natural, poco a poco las tienes más claras.
A mi me gusta mi vida ahora, porque se complementan ambos aspectos y es muy gratificante. A veces puede ser muy sacrificado por falta de tiempo y si que es verdad que pienso en tener quizás una temporada solo como concertista, pero imagino que entonces echaría de menos las clases.
¿Es asiduo a los conciertos de la Orquesta de Extremadura?
Sí, normalmente suelo ir, siempre que puedo.
¿Qué le diría a aquellos que aún no se atreven a acercarse a la música clásica?
Creo que se pierden una parte del arte importantísima y sobre todo porque en la música, se pueden encontrar el pensamiento más elevado de la humanidad. Para mí es el arte más perfecto, espiritual y extraordinario que existe.
El hecho de que no se acerquen creo que es un problema social, porque la música clásica no está integrada en las televisiones, en los anuncios, en nuestro día a día… creo que los propios músicos podríamos hacer más. Siempre se ha dicho que es un arte elitista, pero creo que sería más fácil llegar ahora a cualquier tipo de público, y hay que seguir intentándolo.
¿Cuáles son sus expectativas para su concierto en Cáceres?
Espero que vaya al menos igual de bien que en Badajoz. Imagino que estaremos todos más confiados porque una vez que se ha rodado el concierto en público, las cosas se afianzan más. Espero que todo salga bien y que el público lo disfrute mucho.
Marta Climent
