Diez años después de su concierto inaugural, un 26 de julio de 2004 en la Basílica del Real Monasterio de Guadalupe, entonces bajo la batuta de su primer director titular, Miguel Romea, la Orquesta Joven de Extremadura celebra un nuevo encuentro en el que estrena bolsa de instrumentistas y director titular y artístico. Con la designación en ese cargo de Andrés Salado el pasado mes de febrero llegaron nuevas pruebas para renovar el plantel de jóvenes músicos, además de la incorporación de varios directores asistentes, también en formación. Todo este esfuerzo por relanzar el proyecto pedagógico que representa la OJEX tomará cuerpo con el I Encuentro 2014, que se celebrará este mes del día 19 al 25; seis días de clases seccionales, ensayos y convivencia. El colofón lo pondrá un concierto sinfónico que se celebrará el 25 de julio en el Teatro Alkázar de Plasencia a las 20:00 horas.
Andrés Salado ya tuvo una primera toma de contacto con la OJEX como director invitado en 2012, preparando un encuentro que llevó a la joven orquesta al Festival de Verano de San Lorenzo de El Escorial. Salado es uno de los más prometedores directores de orquesta españoles. Se ha formado con maestros como Miguel Romea, Peter Rundell, Jorma Panula, Sandro Gorli, Peter Gülke, Peter Eötvös y Antoni Ros Marbà y ha dirigido agrupaciones como la Orquesta de RTVE, Orquesta Nacional de España y Orquesta Sinfónica de Tenerife, entre otras. Es también director artístico y titular de la orquesta Opus 23, que fundó en 2012 y con la que acaba de obtener reconocimiento tras un notable concierto extraordinario del Ciclo Ibermúsica en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Actualmente reside en Viena invitado por la Wiener Staatsoper como director residente (Hospitant).
El programa del concierto lo componen dos sinfonías, una de Schubert y otra de Tchaikovsky. La primera que oiremos será la Sinfonía nº 5 en Si bemol Mayor, D. 485, de Franz Schubert, de 1816, aunque se estrenó trece años después de su muerte. Con ella consiguió una de sus primeras obras maestras, toda ella atravesada por el estilo mozartiano; hasta en alguna ocasión se la ha calificado de «homenaje a Mozart» por su claridad, su feliz optimismo y su inspiración melódica, ésta sí, inequívocamente schubertiana. Completa el repertorio la Sinfonía nº 4 en Fa menor, Opus 36, de Piotr Ilich Tchaikovsky; que surge entre 1876 y 1878, su autor aseguró que era un testimonio de las angustias del alma, incluso insinuó que era su sinfonía del destino, aunque se negó siempre a revelar un programa para la obra. Sin embargo, como apunta el crítico Tomás Marco: «La obra puede leerse y gustarse como una construcción musical expresiva sin necesidad de más retorcimientos».
Entradas y taquilla
El precio único de la entrada es de 5 euros para todos los públicos. La taquilla del Teatro Alkázar abrirá el día antes del concierto de 18:00 a 21:00 horas y el día del mismo desde dos horas antes del comienzo.